El buen pastor que está atento en medio de un rebaño de ovejas y lleva un corderito en el brazo. Muchas personas asocian esta imagen con Jesús de Nazaret, y nadie puede imaginarse que Él, Cristo, el Príncipe de la Paz, pusiera un cuchillo jifero en la garganta del corderito o lo entregara a un matarife.
Él, Jesús, el Cristo, es el Buen Pastor, y Él vino también para liberar a los animales de ser esclavos de los hombres.
Dios dio a los hombres a través de Su profeta Moisés el Mandamiento de no matar, y también a través de otros profetas de la Antigua Alianza Dios expresó claras palabras en contra de matar animales.
El cumplimiento del amor a Dios y al prójimo demuestra que la enseñanza de Jesús, el Cristo, conduce a la vida y a la unidad pacífica del ser humano, la naturaleza y los animales.